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7. Repetir las súplicas e insistir en ellas. Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El día de Badr, el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, suplicó diciendo: ‘Oh, Al-lah, concédeme lo que me has prometido. Oh, Al-lah, concédeme lo que me has prometido’. Permaneció clamando a su Señor… hasta que su manto cayó de sus hombros. Abu Bakr se acercó a él y le puso el manto sobre los hombros. Entonces le dijo: ‘Profeta de Al-lah, esta súplica es suficiente...’” (Muslim 1763).

Y también se menciona en Bujari y Muslim, en el hadiz de Abu Huraira cuando, el Profeta de Al-lah pidió a Al-lah por la tribu de Daus, diciendo: "Oh, Al-lah, guía a los Daus y tráelos a nosotros. Oh, Al-lah, guía a los Daus y tráelos a nosotros".

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